El desconocimiento generalizado, aún de muchos que viven del tenis como jugadores profesionales, entrenadores y profesores, ha generado una polémica acerca de las características de las raquetas de competición.
Si bien en números anteriores se han difundido conceptos que abordan este tema, incluso un sistema de selección de raquetas con pautas para que cada jugador pueda encasillarse en el perfil de raqueta que le corresponde, nos proponemos sistematizar prolijamente los conceptos para contribuir definitivamente al esclarecimiento de esta temática.
Ordinariamente se asocia una raqueta de máxima competición con dureza y rigidez, lo que es absolutamente erróneo.
Largas e inútiles charlas, con bibliografía en la mano que contrarían estos argumentos, son desoías y rechazadas por una multitud de \»autodidactas\» que insisten en el equívoco
No será fácil convencer a quienes han mamado esta falacia y quien esto escribe no tiene otra pretensión que aclarar conceptos para así poder expresarnos correctamente y a la vez evitar malos entendidos.
En primer término, señalemos los diferentes tipos de raqueta adecuados a las habilidades, técnica y características de juego de cada jugador.
Las raquetas de competición son para jugadores con golpes largos, de alta técnica y de alta velocidad, con buen toque y juego de precisión.
Las raquetas de aficionados son las adecuadas para aquéllos que tienen golpes cortos, compactos y de baja velocidad. Por ello necesitan de una raqueta de gran potencia, que despida y que sea muy maniobrable y ligera de peso. A la vez tolerante con los golpes descentrados (forgiving) – lo que se consigue con una raqueta de sweet spot más grande- y propiedades de amortiguación para generar un mayor confort. Ellos necesitan de raquetas rígidas que generan una mayor aceleración de pelota.
Ello no obsta que haya jugadores profesionales, generalmente mujeres y veteranos, que puedan usar raquetas que no respondan a los lineamientos de un modelo de competición.
Por supuesto, he descripto las casos extremos, pues entre ambos existe un enorme espectro de jugadores, que podríamos llamar intermedios y aún dentro de éstos notorias diferencias de niveles.
Por ello algunas marcas categorizan los modelos numerándolos del 1 al 10, es decir, ofreciendo diez variables para satisfacer las diferentes necesidades y exigencias.
1) CONSTRUCCION O DISEÑO DEL MARCO
• Constant beam (ilustración 1) o vara de altura uniforme. En las de competición son de perfil fino y de grosor constante del marco para generar el comportamiento flexible de la raqueta al prolongar el tiempo de contacto pelota/encordado, optimizando toque y control. (ilustración 2)
• Variable high beam o vara de altura variable, el marco es más rígido en algunos sectores, pudiendo ser el extremo de la cabeza y el mango, generando rigidez y estabilidad necesarias para mayor potencia y confort. (ilustración 3)
2) MATERIALES UTILIZADOS
Las raquetas de calidad pueden estar construídas con diferentes materiales :Grafito de alto módulo (HMG), grafito, titanio, kevlar, fibra de vidrio, etc. pero nunca aluminio.
Si bien en las raquetas de competición se pueden estar emplear los mismos materiales que en las de aficionados, lo que cambia son los porcentajes utilizados de cada uno de ellas. Así la mayoría de las raquetas de competición llevan grafito común que es menos duro que el grafito de alto módulo que se utiliza en las mejores raquetas de aficionados. Pero si un modelo de competición llevara HMG lo haría siempre en un bajo porcentaje,
La fibra de vidrio se utiliza en las raquetas de competición para otorgar mayor flexibilidad.
Los fabricantes son renuentes a publicitar los porcentajes de cada material utilizado en los distintos modelos.
Quizás debamos buscar la raíz de este malentendido en que algunos confunden rigidez con peso. Ciertamente las de competición son más pesadas a la vez que más flexibles.
Probablemente todo sea producto de una errónea asociación.
Espero con esta explicación dejar aclarado este tema, aunque tengo mis serias dudas, al menos en mis facultades didácticas.
Deseo aclarar que la gran variedad de los conceptos aquí vertidos no son de mi autoría, por el contrario pertencen a especialistas en la materia que he obtenido de fuentes bibliográficas.
De todos modos adhiero a lo expuesto pues considero que lo argumentado también está respaldado por el sentido común.
Ernesto Socolovsky |