Jugar al tenis en tierra batida es lo mejor. Lo mejor porque es blanda y no genera lesiones en desplazamientos y frenadas, lo mejor porque es más divertido jugar, mejor por las sensaciones y mejor en todos y cada uno de los sentidos. Pero especialmente es divertido derrapar para llegar a la bola. En situación de carrera, estás llegando a la bola, bloqueas las piernas y te dejas ir. Algo parecido. Es fantástico!!!
Pero en este caso tenemos un jugador que está sufriendo dolores en los aductores. El problema es que llega de jugar en pista dura y ha de acostumbrarse a derrapar en tierra batida. El problema seguramente es que se tensa mucho durante el derrape intentando mantener el equilibrio. Derrapar requiere una técnica similar a deslizarte en la nieve: pones tu peso un poco hacia delante y mantienes ese equilibrio. La traslación del peso hace todo: si está muy alante frenas en seco, si está atrás no frenas y descontrolas. Hay que buscar un punto de equilibrio en el que avanzas derrapando a la vez que se va reduciendo la velocidad. En este sentido el peso ha de estar un poco adelante. Eso hace que cargues un poco el cuadricep delantero y a la par se relajan un poco los aductores. La falta de experiencia derrapando hace que tensemos los aductores pretendiendo no descoordinar las piernas y no perder el equilibrio y de ahí vienen las sobrecargas. Es como cuando en bici pasas por zonas de piedras y lo que haces es agarrar el manillar con mucha fuerza en vez de dejarte ir… El traslado del peso o del centro de gravedad y que este esté en su sitio correcto ya hace todo: te equilibra, controla la velocidad… Piensa que el equilibrio se mantiene solo con la suma del propio desplazamiento y el centro de gravedad bien colocado: como una bici en movimiento. Y donde colocar el centro de gravedad o !peso” lo encontrarás muy rápido con un poco de práctica. Aprende a dejarte ir con el peso un poco alante y ya verás que sensación más increíble!!!
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